Hormigón - una mezcla de cemento, arena y agua. Es el material de construcción más utilizado en el mundo. Los romanos ya lo habían descubierto para sus edificios. La durabilidad del hormigón romano está impresionantemente demostrada por numerosos edificios antiguos. Y sin embargo, el hormigón tuvo un problema de imagen durante mucho tiempo. Muchos describirían el hormigón como gris, lúgubre y frío.
Sin embargo, la estética especial del hormigón visto es más popular que nunca entre los prescriptores, diseñadores, constructores y promotores entendidos en la materia. Ya sea en el diseño de la fachada, en el acabado interior, en la protección contra incendios o en la protección acústica, con hormigón visto se pueden hacer realidad innumerables ideas y visiones. No hay límites para el diseño. Ya sea con el aspecto natural del hormigón visto o en color, todo es posible en el diseño de paredes de hormigón. En veladura o pintado, con textura o enmasillado, hidrofugado o protegido contra el CO2: Cada variante de diseño ofrece un aspecto diferente.
Preservar el aspecto natural del hormigón
A diferencia de los revestimientos a base de resinas, las pinturas y veladuras a base de silicato no forman una película sobre la superficie del hormigón. El silicato líquido sirve de ligante, que se une de forma insoluble al soporte gracias al proceso químico conocido como silicificación. Los acabados minerales para hormigón de KEIM no alteran su textura natural, sino que la resaltan. Este efecto es especialmente apreciable cuando la superficie se trata con la veladura para hormigón visto KEIM Concretal-Lasur.
El hormigón se une al color
El hormigón no tiene por qué ser siempre gris. Con nuestro sistema KEIM-Concretal, el hormigón visto también se puede pintar con un color totalmente distinto sin perder el tacto natural del muro de hormigón.
Las pinturas y veladuras minerales para hormigón conservan el carácter del material incluso cuando se decora con colores. Los acabados de silicato son totalmente mates, por lo que parecen mucho más naturales que las pinturas en base resina. Las pinturas acrílicas del mercado que se aplican sobre hormigón visto forman espesores de película seca de entre 0,3 mm y 0,5 mm, nivelando las irregularidades y alterando la textura del hormigón. El aspecto y el tacto del hormigón visto se modifican significativamente, hasta el punto de perder su carácter especial.
El soporte de hormigón puede traslucir. Mejor dicho: El ligante mineral de KEIM Concretal-Lasur permite que los rayos de luz incidan directamente sobre el pigmento de color, desde donde se reflejan de forma cristalina en un determinado ángulo. Esto permite que el soporte trasluzca y parezca natural a pesar del tratamiento. Los colores de KEIM para el hormigón son estables a los rayos UV, han sido desarrollados fruto de una dilatada experiencia, muestran una óptima adherencia gracias a la silicificación e impiden la penetración de la humedad. Los colores permanecen luminosos durante muchos años. Además, es imposible que el producto descascarille si se aplica correctamente. Para más información, póngase en contacto con nosotros.
¿Le apetece el negro?
Las fachadas negras son una expresión de nuestro tiempo: llamativas, extravagantes y elegantes. Con KEIM Concretal-Black abrimos nuevas dimensiones en el diseño del hormigón. Esta extraordinaria pintura para hormigón visto está disponible en cinco tonos diferentes de negro: Purity, Forest, Pearl, Aurora y Eclipse. KEIM Concretal-Black es totalmente resistente a la luz, estable a los rayos UV y resalta la belleza natural del hormigón.
Arreglo de daños con cosmética y reparación del hormigón
A veces, el hormigón se comporta como una diva y es propenso a sufrir daños inexplicables, como velos, destonificaciones, fisuras o coqueras que alteran notablemente el aspecto de la superficie. Aquí es donde entra en juego la reparación de los desperfectos con una veladura para hormigón, antes de que se produzcan daños mayores. Mejora y homogeniza las superficies visualmente deficientes y los daños para restablecer el aspecto del hormigón inicialmente previsto.
Esta forma especial de cosmética ya ha "salvado" a muchos edificios famosos de hormigón en el curso de una renovación.
El hormigón visto es un material de alta calidad, pero también individual, que se ha impuesto como elemento de diseño en la arquitectura moderna. Sin embargo, cuando se crean superficies de hormigón visto, pueden aparecer defectos no deseados, desniveles, desconchados y diferencias de color que alteran permanentemente el aspecto y hacen necesaria una reparación superficial del hormigón.
En el marco de una reparación de hormigón, los componentes de hormigón dañados y las grietas se reparan de acuerdo con las directrices aplicables. En la reparación, la atención se centra en los aspectos técnicos para subsanar cualquier daño que se haya producido. Para cumplir también con los aspectos estéticos, el hormigón visto se trata cosméticamente, se pinta y se aplican los retoques necesarios.
La cosmética del hormigón se entiende inicialmente como la corrección de la superficie de hormigón defectuosa hasta alcanzar el estado deseado, es decir, la reparación profesional de las zonas dañadas con rellenos y morteros de sustitución del hormigón adecuados. Para el éxito estético de esta reparación de las superficies de hormigón, es fundamental la igualación de textura y color con las zonas circundantes.
La homogenización visual de las diferencias de color no deseadas, por ejemplo en la zona de los puntos reparados, se realiza mediante retoques aplicando la pigmentación adecuada. Para conservar el encanto especial del hormigón visto, a menudo se hace en forma de veladura y en varias capas. La pigmentación y el grado de transparencia de la veladura se ajustan en función de las necesidades. KEIM Concretal-Lasur ofrece la máxima flexibilidad en la reparación y cosmética del hormigón.
Las exigencias en cuanto a la calidad de las superficies tratadas con cosmética de hormigón han aumentado considerablemente en los últimos años. Para una aplicación profesional, se necesitan productos duraderos que, por ejemplo, no difieran en el nivel de brillo de las superficies y permitan la máxima flexibilidad para una adaptación precisa a las necesidades de la obra. El sistema mineral KEIM Concretal, que es químicamente similar al hormigón, cumple perfectamente estos requisitos.