Lo que no es cuestión de gustos, es la calidad y el estado de conservación del revestimiento de una fachada. ¿La pintura está sucia, el soporte está agrietado o descolorido? ¿O la pintura de la fachada se ha mantenido en perfecto estado incluso después de muchos años y sigue teniendo el mismo color que el primer día?
Revestir la fachada con una pintura exterior de silicato ofrece protección a muchos tipos de clima, impide que entre la lluvia y el calor, resiste las tormentas e influye en el clima interior. Pero las tensiones externas acabarán dejando su huella en la pintura de la fachada y en su soporte. Esto también puede provocar daños externos en la pared. El envejecimiento de una fachada y de su pintura depende de la ubicación de la casa y de su entorno, del soporte de la pintura y de la calidad del revestimiento de la fachada y de su aplicación. Las pinturas minerales de KEIM son sinónimo de fachadas especialmente duraderas porque sus ingredientes son extremadamente estables a los rayos UV. Las pinturas de fachada KEIM más antiguos que se conocen y que se han conservado en su estado original tienen ya más de 100 años de antigüedad.
Por supuesto que las pinturas minerales también envejecen. Pero lo hacen perdiendo espesor de capa paulatinamente, lo que significa que se van haciendo más finas con el paso de las décadas y que envejecen de forma natural. A diferencia de las pinturas acrílicas o siliconadas, cuando las pinturas de silicato para fachadas se aplican correctamente no se vuelven quebradizas ni se fisuran. En consecuencia, el agua no penetra en la fachada provocando desprendimientos de pintura.
Además, las pinturas minerales KEIM para fachadas son también enormemente permeables al vapor de agua. Esto significa que la humedad puede entrar y salir sin obstáculos, permitiendo que las fachadas húmedas se sequen de nuevo rápidamente. Las propiedades de secado rápido junto con las demás características de nuestras pinturas también hacen que la fachada no ofrezca nutrientes para los hongos y las algas, formando así una protección natural contra microorganismos. En resumen: Las pinturas minerales de KEIM son ideales desde el punto de vista de la física de la construcción y son idóneas como pintura para exteriores. Además, las pinturas minerales son también antiestáticas y no termoplásticas, por lo que es mucho más difícil que la suciedad se deposite en la superficie. Nuestras pinturas de silicato garantizan unas fachadas duraderas y limpias con una estabilidad del color a largo plazo. Las pinturas de silicato para fachadas, con su acabado mate mineral, también destacan por su estética y belleza.
Dividimos nuestras pinturas de silicato para fachadas en tres tipos: pinturas de silicato puro, pinturas de dispersión de silicato y pinturas de sol-silicato. Todas ellas comparten las propiedades de ser extremadamente resistentes a la intemperie, resistentes a la luz y estables a los rayos UV, altamente transpirables, no inflamables y especialmente económicas en el consumo. El aspecto de su superficie mate mineral abre grandes posibilidades de diseño, en función de las características concretas del edificio y de la elección personal. Estaremos encantados de ayudarle con nuestro conocimiento técnico sobre todos los aspectos de las pinturas para fachada y otras informaciones técnicas disponibles en nuestras fichas técnicas.