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Fascinación color

Pinturas de silicato KEIM - el principio mineral

Las diferencias entre las pinturas de silicato y las basadas en resinas son grandes. Los "valores internos" de una pintura, es decir, su composición de ligante, pigmentos, cargas y aditivos, son decisivos para los perfiles de propiedades.

No todas las pinturas son iguales

Los colores cambian debido a la luz ultravioleta y otras influencias externas: la madera se oscurece o agrisa y las pinturas de las fachadas pierden color. Esto último puede evitarse: las pinturas de silicato KEIM sólo contienen pigmentos inorgánicos resistentes a la luz y ligantes minerales como el silicato potásico o el sol-silicato.

El ligante de silicato es extremadamente resistente a la intemperie y, a diferencia de las resinas, no envuelve los pigmentos inorgánicos en una película, sino que permite que los rayos de luz incidan directamente sobre el pigmento. Los colores brillan directamente desde la superficie mate aterciopelada y muestran una sorprendente y duradera profundidad y luminosidad.

¡Garantizado!

Las fachadas pintadas con KEIM permanecen inalteradas durante décadas. 

El silicato potásico – El ligante de la pintura de silicato con un principio de adherencia genial

El componente más importante y determinante de la calidad de una pintura es el ligante, que asegura la adherencia, la protección a la intemperie y la durabilidad, protege los pigmentos y determina el ciclo de renovación de una fachada. Las pinturas con ligantes minerales resultan más adecuadas en este aspecto. Se pueden distinguir dos grupos de ligantes: los minerales (= inorgánicos) (por ejemplo, el silicato de potasio, obtenido de la piedra de cuarzo) y los orgánicos (por ejemplo, las resinas en dispersión o las siliconas). La diferencia radica principalmente en el principio de adhesión: los ligantes minerales reaccionan químicamente con el soporte y se adhieren de forma permanente, mientras que los ligantes orgánicos se adhieren sólo por "pegado" físico.

En lo que respecta a los ligantes, el mundo de la pintura se divide en dos ramas básicas: la tecnología mineral y la petroquímica. Esta última utiliza resinas basadas en polímeros, es decir, plásticos que se producen a partir del crudo en procesos de síntesis que consumen mucha energía. Estos ligantes, también llamados "orgánicos", forman la base de las pinturas de resinas o de siliconas y, tras el secado, forman una película más o menos porosa en la superficie.

Los pigmentos dan color a la pintura

Los pigmentos son polvos de partículas muy finas que dan color. La adición de pigmentos da a la pintura su tonalidad.

También hay tipos de pigmentos inorgánicos (= minerales) y orgánicos:

Los pigmentos inorgánicos se obtienen a partir de minerales, mientras que los pigmentos orgánicos se fabrican principalmente a partir de materias primas orgánicas.

Los pigmentos minerales de nuestras pinturas de silicato son extremadamente estables y no pierden intensidad.

Las cargas y los aditivos son de gran ayuda

Las cargas suelen ser polvos de roca. Las cargas dan a la pintura el espesor de capa necesario para proteger la fachada de las inclemencias del tiempo.

Además, la mayoría de las pinturas contienen los llamados aditivos. Los aditivos son sustancias auxiliares que pueden utilizarse para regular diversas propiedades de las pinturas (por ejemplo, la hidrofugación o la consistencia).

El principio de la tecnología del silicato se basa en la silicificación del ligante con el soporte, un proceso químico en el que el silicato potásico reacciona con el soporte mineral. La silicificación o petrificación crea una unión firme e insoluble entre la pintura mineral y el soporte de la pintura (revoco, piedra natural, hormigón, etc.). El corte en sección de revoco (imagen de la derecha) muestra este proceso de silicificación utilizando KEIM Fixativ (silicato potásico líquido) coloreado. Este compuesto es uno de los factores decisivos para la durabilidad sin igual de las pinturas de silicato KEIM.

Pinturas de silicato KEIM – Propiedades, ventajas y beneficios

En 1878, Adolf Wilhelm Keim recibió la patente para la novedosa composición de las pinturas minerales, que se sigue utilizando en la actualidad. Las pinturas minerales KEIM tienen una base completamente mineral. El ligante de silicato se adhiere químicamente a soportes minerales como la piedra, el revoco y el hormigón. Esto crea una unión extremadamente duradera entre el soporte y la pintura de interior o de fachada, que es mucho más longeva que la pura adherencia superficial de las pinturas de dispersión convencionales.

 

Durabilidad

La combinación óptima de silicato potásico líquido como ligante, las cargas minerales de origen natural y los pigmentos inorgánicos garantizan la máxima resistencia a la intemperie y la insuperable durabilidad de las pinturas de silicato.

Más

Ecología

La construcción y rehabilitación sostenibles son una importante contribución a un futuro mejor y protegen el medio ambiente. En el ámbito de la ecología, la composición mineral de las pinturas de silicato de KEIM aporta enormes ventajas. Gracias al ligante de silicato, nuestras pinturas pueden producirse sin añadir conservantes, disolventes ni plastificantes. Nuestras pinturas de interior garantizan así un clima interior óptimo y un plus para una vida más saludable.

Más

Rentabilidad económica

Lo barato puede salir caro. Especialmente en el sector de la construcción, invertir en calidad es la solución mejor y más económica a largo plazo. Las pinturas minerales hacen que las fachadas sean funcional y estéticamente duraderas y, por tanto, mucho más económicas a la larga. 

Más

Estabilidad de color

Las pinturas blancas amarillean y las fachadas se decoloran. Esto se puede prevenir: con pinturas minerales con pigmentos inorgánicos extremadamente resistentes a la luz. Los colores de las pinturas minerales KEIM permanecen inalterados durante décadas. 

Más


Silicatos KEIM

Encuentre información más detallada sobre el principio mineral, en nuestro catálogo de pinturas de silicato.

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