¡Ceñebramos los 40 años produciendo pinturas sanas!

Corre el año 1983: en Estados Unidos, la Comisión Federal de Comunicaciones aprueba el Motorola DynaTAC 8000X, el primer teléfono móvil del mundo que pesa 800 gramos. Los amantes de la música pueden comprar por primera vez un reproductor de CD. Se presenta la marca de relojes Swatch. Y KEIM presenta Biosil, la primera pintura interior del mundo a base de silicato para una vida sana: sin disolventes ni conservantes, transpirable y resistente al moho.

Hoy en día es bien sabido cómo los edificios pueden influir positivamente en la salud de sus ocupantes a través de su construcción y del uso de materiales de construcción saludables. Pero hace 40 años, las pinturas sanas para interiores eran un producto de nicho, desarrolladas inicialmente para zonas sensibles como hospitales, escuelas y guarderías. Hasta entonces, las pinturas de silicato se utilizaban casi exclusivamente para aplicaciones exteriores. Aquí, su permeabilidad al vapor de agua era especialmente apreciada. Entonces, ¿por qué no utilizar esta propiedad también en interiores, donde se genera mucha humedad y, por tanto, el riesgo de aparición de moho es elevado?

Un hogar de 4 personas produce diariamente unos 12 litros de humedad al ducharse, cocinar, secar la ropa y respirar. A esto hay que añadir materiales de construcción muy aislantes, ventanas de doble acristalamiento y una ventilación reducida. Desde el punto de vista de la física de la construcción, una alta capacidad de difusión del vapor de agua es el criterio más importante para un equilibrio de la humedad. Las pinturas de silicato KEIM son extremadamente permeables al vapor de agua. La humedad contenida en la estructura del edificio puede liberarse sin obstáculos y rápidamente al exterior. Las paredes pintadas con KEIM son transpirables y se mantienen secas incluso bajo altas cargas de humedad. La humedad del aire no puede condensarse en las paredes. Esto excluye en gran medida la formación de moho, por ejemplo, detrás de los armarios, en los marcos de las ventanas o en los baños. Especialmente en salones, dormitorios y habitaciones infantiles, esto da la buena sensación de estar haciendo algo esencial para la salud. Los disolventes no desprenden olores desagradables, y la habitación puede volver a utilizarse sin restricciones inmediatamente después de pintarla. Además, las pinturas de pared minerales no son inflamables. En caso de incendio, esto significa: máxima seguridad, sin gases tóxicos ni goteos ardientes; así lo confirman las pruebas de incendio realizadas en Alemania y Gran Bretaña.

Ya en 1986, las primeras mediciones de calidad del aire interior en el Centro de Salud Norte de Arhus confirman el excelente desempeño de KEIM Biosil. En 1998, TÜV Süddeutschland prueba KEIM Biosil de acuerdo con los estrictos criterios de la norma medioambiental UT 21 y concede al producto el sello medioambiental TÜV correspondiente. En 2003, el Instituto Alemán de Medio Ambiente y Salud (IUG) concede a KEIM Biosil el sello de aprobación "Adecuado para alérgicos" y, un año más tarde, es la primera pintura mural en recibir el sello medioambiental "natureplus". Posteriormente, se ha ampliado la gama de pinturas sanas para interiores.